jueves, 9 de octubre de 2008

Capitulo I - Intruso en el Armario

Qué tal, soy Diego, y hace algunos días, tuve la experiencia más extraña que he tenido en mi vida. En realidad, esto se ha vuelto algo increíble. Y desearía que jamás terminara. ¿Han imaginado a la persona perfecta? Yo sí. Todo inicio en mi adolescencia. En la escuela, estaba enamorado de una chica increíble, ojos grandes y avellanados, tez blanca, pelo rubio, sonrisa amplia, dientes grandes, y añadiendo que estaba en sexto primaria, parecía ser la mujer perfecta. Estuve enamorado de ella, sin saber que mi destino me conducía hacia otro lugar. Para cuando vimos el sistema reproductor del ser humano en sexto primaria, nuestras mentes precoses volaban y tengo muy buenos recuerdos que han sucedido, quizás insignificantes, pero que hacen que me ría cada vez que los recuerdo. Manuela, era una niña extremadamente loca, casi esquizofrénica, me llevaba muy bien con ella, creo jamás olvidar su rostro blanco cachetona, con sus lentes de culo de botella y pelo partido hacia la mitad como una Monalisa, pasó a exponer los genitales del hombre, para cuando habló del ano, mencionó que cuando el hombre crecía, le salían vellos en el ano. Al escuchar esto… jaja me reí a mis adentros. Pero esta risa se tornó incontrolable. Lo que se me ocurrió fue ponerme en reposo para que no se me notara, pero Manuela, la niña esquizofrénica expositora notó mi risa y también empezó a reír y las lagrimas empezaron a salir de sus enormes ojos de la risa. –Manuela, ¿sucede algo? ¿Nos quiere compartir el chiste? –dijo la maestra como si no supiera por qué reíamos, luego se dirigió a mi – ¿y usted Diego? ¿Todo bien? –no podía ocultar mi enorme sonrisa, casi enseñaba las encillas. ¿Se imaginan mi rostro? Yo diciendo que no, y mostrando mis ensillas y enormes dientes a ya no poder más. Ese día, no solo expusimos el aparato reproductor, sino que también nos tocaba llevar maquetas del mismo tema. Para cuando fue el tiempo de la clase de Artes Industriales y Educación para el Hogar, todos los hombres de la clase nos quedamos en la clase, se suponía que debíamos ir a otro salón a recibir Artes Industriales, pero el profesor no había llegado ese día, así que todos los hombres nos quedamos en la clase y las mujeres se fueron a su clase de Educación para el Hogar. Un tipo llamado Antonio gritó a todos los hombres de la clase – ¡Hey! ¡Miren! –mientras tomaba una de las maquetas en forma de vagina y la colocaba al ras de sus genitales y se movía como si se la estuviese cogiendo. A decir verdad, en buena crítica, aunque era solo una sobreactuación para hacer reír a la clase, parecía ser una buena penetración.
El día que descubrí la masturbación, inició sin querer, no me había dado cuenta de lo que estaba ocurriendo, simplemente que sentía enooooorme satisfacción. No tardé mucho en descubrir que si pensaba en los genitales de alguien, el placer crecía, entonces, una vez descubierto eso, empecé con emoción a darle duro, fue una experiencia inolvidable, luego, a mi mente vino la imagen de Antonio penetrando la maqueta, y fue algo loco, que me dio placer y no pude sacar de mi mente, con el tiempo Antonio ya no penetraba solo la vagina, sino que desaparecía la maqueta y lo único que miraba mi mente era a Antonio sentado, recostado sobre la pared y masturbándose muy relajado. –wow –decía a mis adentros con gemidos, la verdad no me di cuenta que sin querer, era homosexual. Fue pasando el tiempo, y Antonio ya no fingía cogerse a la maqueta, sino que ahora me la mamaba a mi, y yo a él. Su cuerpo alto, voluminoso, moreno y sus gigantescas nalgas me excitaban.

Bueno, no quiero hacerles larga la historia, y tampoco excitarlos, así que resumiré en que poco a poco me fui aceptando como el gay que era, y me di cuenta que me gustaba, y no era nada malo. Y aunque no es aceptado por la sociedad, pues hice el intento por no desfallecer en el camino. Durante años imaginé al hombre perfecto, con su sonrisa tierna, sus ojos risueños, su pelo casi perfecto, y el preadolescente que un día se masturbó pensando en Antonio creció, y ahora, estoy aquí contándoles mi gran experiencia, teniendo ya los 20 años. Era Domingo por la noche y estaba solo en casa, no había nada que hacer, estaba realmente aburrido, y encendí la televisión, encontré porno, a decir verdad, jamás había visto de la porno que ví ese día, había visto porno de heteros, porno gay, y porno de lesbianas y a decir verdad todas me excitan, todas tienen lo suyo. Pero la porno de esta vez, era distinta. ¿Han escuchado más de alguna vez del Hentai? El Hentai es la porno de anime, el anime, son las caricaturas chinas, como Yu-Gi-Oh, Dragon Ball Z, y cuestiones muy japonesas, chinas o coreanas. Bueno… ahora qué tal… si… ¿Han escuchado del Yaoi? Bueno, para los que no, el Yaoi, es como el Hentai, solo que para los homosexuales, es decir, porno gay en caricaturas chinas. Y ahí estaba acostado en la cama viendo Yaoi, tuve una erección, pero realmente no sabía si eso era o no era normal, es decir: ¡Es Anime! ¡Son caricaturas! ¡Dibujos Animados! ¡Anime! Supuse que era una locura, y una vez acabada la escena apagué la televisión, pero en mi mente quedó la imagen de uno de los dibujos, y es que era tan perfecto, no era tan musculoso, simplemente estaba marcado, tenía su pelo largo, con fleco sobre su frente, pero no del todo perfecto, sino que simplemente mechones, sus ojos enormes, nariz no del todo respingada pero si un poco alargada, sus labios delgados, era alto, y esbelto, realmente el dibujante había podido hacer un buen trabajo. Meses anteriores, yo había hecho uno parecido, suponiendo que era el hombre perfecto, pero lamenté que quedara en dibujo nada màs.

Esa noche me acosté a dormir como cualquier otra noche, abrí mis ojos en la oscuridad de mi habitación y lograba ver las siluetas de los muebles y prendas que había dejado un tanto desordenadas, luego dirigí mi mirada hacia el frente derecho y vi mi guardarropa, y a continuación cerré los ojos y dormí. Escuché unos ruidos en mi guardarropa, y creí que era una cucaracha, pero luego el ruido se tornó un poco más fuerte, y pensé en que era una rata, pero al pasar el tiempo, los ruidos fueron tomando forma y parecía que alguien estaba dentro de mi guardarropa, pero, quién podría ser si no había nadie en la casa esa noche. Por un momento el miedo me tuvo sujeto, pensando en que podrían ser rateros dentro de la casa, pero decidí relajarme y taparme bien con las chamarras. Poco a poco escuché como alguien abría la puerta de mi guardarropa, entonces me levanté asustado y logré ver una silueta de un sujeto pasar hacia un área de mi cuarto oscura, entonces pregunté – ¡Quién está ahí! –y nadie contesto, luego amenacé – ¡Quién diablos está ahí! ¡Te daré una paliza maldita rata! ¡Dime quién eres! –entonces, me levanté poco a poco a encender la luz, pero antes de encenderla me hablaron –¡Detente! –y nuevamente pregunté quién era, y él contestó –Si te contesto realmente, no me creerías, y necesito que me creas. –entonces me detuve y volví a preguntar quién era –Sigue mis instrucciones –ordenó el sujeto en la oscuridad. –¡Te mandaré a la mierda! –grité, y él amenazó con matarme si me movía. –Sigue mis instrucciones si quieres vivir. Ve y acuéstate. –y yo obedecí con gran pánico. –descansa –concluyó el tipejo y luego el silencio invadió mi habitación. No me levanté de mi cama por miedo, y aunque no dormí en toda la noche, prefería estar seguro de todo los movimientos de ese tipo, aunque a decir verdad, al amanecer, la luz iluminó mi habitación y al revisar, tal tipo no existía. Revisé toda la casa y todo estaba en orden. No habían robado nada. Ese Lunes, estaba incomodo, no sabía qué había ocurrido exactamente, no sabía ni cómo se metió el tipo a la casa y cómo desapareció sin casi hacer ruido. Al anochecer, de nuevo el pánico inicio a invadirme, pues aún estaba solo y mi familia toda estaba por Antigua Guatemala de paseo.


Me quedé toda la noche con las luces encendidas, pero al pasar las horas la luz me molestó y apagué la luz que estaba en mi mesita de noche. Nuevamente los ruidos de mi armario, pero esta vez hice como si estaba dormido, pero luego, al sentir la presencia de alguien ahí viéndome, decidí preguntar a voz en cuello – ¿Otra vez por aquí? –y hubo un silencio, que casi me hace creer que estaba hablando solo, pero afirmé que había alguien nuevamente en voz en cuello repitiendo la misma pregunta y ésta vez el sujeto me contestó – ¿No puedo venir a verte? –entonces pregunté quién era. Y él me dijo su nombre –Diego, me llamo Diego. –y yo contesté –¡Mira nomás! ¡Yo también me llamo Diego! –y tras una pausa pregunté qué hacía en mi cuarto. Y él contestó que no sabía qué hacía en mi cuarto, que simplemente despertó dentro del armario. –¡Imposible! ¡Revise el armario en el día y antes de dormir y no había nada! –afirmé, entonces una linterna se encendió, era la linterna que tenía en mi escritorio y me iluminó el rostro. –y…tu… ¿cómo te llamas? –me preguntó, y dije nuevamente mi nombre. Luego, él se sentó en la cama y apagó la linterna. –Déjame tocar tu rostro –pidió. Y yo acepté. Pero al sentir sus manos sobre mi rostro, pude percibir algo diferente en él, sus manos estaban frías, y parecían papel. –tus manos –comenté y al intentar sujetarlo huyó de mi. –No puedes tocarme –sentenció asustado –no creerías nada de lo que está ocurriendo –y pregunté qué estaba ocurriendo, después de todo, tenía derecho ¿no? era MI HABITACIÓN, MI ESPACIO, EXIJÍA UNA EXPLICACIÓN, entonces, él nuevamente se sentó cerca de mi, y trató de explicar con dificultad –verás… no se por qué estoy aquí, te juro que simplemente despierto dentro de tu armario todas las noches. Ya llevo semanas despertando ahí, y no se cómo pero… creo que… que… tu… me gustas. No quiero hacerte daño, en serio. Sé que suena extraño, pero simplemente… de la nada me enamoré de ti. No sé qué sucede exactamente por los días, no he visto luz nunca, más que con la linterna que tienes en tu escritorio. Todas las noches te veo dormir, y a veces me siento a sobar tu espalda. Estas últimas noches me he sentido más cómodo, creo que estás solo en tu casa, ¿verdad? No está tu molesta hermana que se desvela escribiendo para su novio. –y yo con los ojos tan abiertos como dos platos planos en la oscuridad pregunté que cómo era posible que él supiera todo eso, y con una risa brava contesto –¡JA! ¿O sea que crees que me voy a quedar en tu cuarto todas las noches? Conozco toda tu casa, pero mi área favorita definitivamente es tu cuarto. –entonces intenté prender la luz –Dime ya, ¡Quién rayos eres! –y al darme cuenta que la luz no funcionaba pregunté qué había sucedido y él contestó –la he desconectado, para que no me veas, si me ves… creo que te desmayaras. ¡No insistas en verme! ¡No soy normal! ¡No sé qué hago aquí! ¡Lo único que sé es que despierto todas las noches en tu armario y estoy locamente enamorado de ti! ¡Ya quiero besarte! –y con susto exclamé –¡QUÉ! ¡ESTÁS LOCO! ¡NI SIQUIERA TE HE VISTO! –entonces él me dijo que me recostara y de estar sentado en mi cama pasé a recostarme. Y él me sobó el cabello y luego la espalda. –entonces… tu también eres gay ¿verdad? –pregunté torciendo mis cejas bajo la oscuridad de mi habitación. Se recostó a la par mía, no contestó nada y noté que era muchísimo más alto que yo, pero de la nada se volvió de mi tamaño entonces me senté nuevamente y grité –¿QUÉ A CASO ESTAS ENDEMONIADO? ¿CÓMO HICISTE ESO? –y el asustado cuestionó –¡HACER QUÈ! –y yo abriendo los ojos para distinguir algo más que su silueta le contesté –¡Eso! ¿Cómo redujiste tu tamaño? ¡Estoy seguro que eras más alto que yo y de la nada te volviste de mi tamaño! ¿Crees que no sentí el cambio? ¡Estabas recostado a la par mía, POR FAVOR! –entonces él de lo más tranquilo contestó –¿te refieres a cambiar de tamaño? ¡JA JA! Pero si eso siempre lo hago. Pero prefiero no entrar en detalles. –y luego se escuchó el ladrido de Max, mi perro. –¡MAX! –susurró asustado y se metió a las sabanas conmigo. Y yo empecé a reír –jaja, a ver… ¿Max? ¿Te asusta Max? ¡Por favor! ¡Es un Chihuahua! ¿Qué puede hacer un Chihuahua? –y el contestó enojado –a ver, que ¿Qué puede hacer? ¡Me rompió el pie de una mordida hace una semana! ¡Casi hace que me atrape tu mamá gracias a sus ladridos hace dos semanas! ¡Me deshizo mi tenis con su pipi! ¡Es un arma mortal! –entonces, sin entender mucho de lo que me decía decidí decirle que se mostrara y se negó nuevamente entonces abrí bien, bien los ojos en la oscuridad y vi sus enormes ojos y nariz perfecta y me aterró y me envolví entre todas mis sabanas. –pero… ¡TU NO ERES NORMAL! ¿Pero qué cretino te ha desfigurado de tal manera? –pregunté casi muriendo del miedo. Y el muy deprimido contestó –no se, no se. Simplemente así soy yo. Y no se por qué soy distinto a los demás. Te he observado a ti y a tu familia durante semanas y luego me veo en el espejo y logro notar un gran cambio entre tu y yo. Entre ustedes y yo. –y se colocó cabizbajo. Y yo con miedo poco a poco me acerqué hacia él y sobé su espalda y noté que era plana. Luego noté que su estructura se basaba en un solo plano, parecía una hoja de papel. Y aterrado se lo comenté casi pensando que era una anorexia increíble. –No es una anorexia –contestó, y luego se paró y fue hacia el interruptor de la luz y me hizo prometer que, pasara lo que pasara, no le dejaría de hablar. Y lo prometí, y tras prometerlo, encendió la luz.

7 comentarios:

Unknown dijo...

Reconozco q sos un gran escritor! aunque soy algo homofobico.. aunque no lo queras te miras enrredado en la trama de la historia! continua escribiendo.. me encantaria leerla completa.

Unknown dijo...

ESTA SUPER!!!! que buena idea crear un blog para que todos conozcan tu talento. Adelante!

Mis Cuchicuchencias dijo...

Yo ya lo quiero conocer!!! El otro yo de Diego? la versión Anime? o cómo era el otro nombre?... su inconciente noctambulo? ahhhh esperaré ansiosa cómo es... quién es... de dónde viene...

Muy buen inicio... te felicito! capturas la atención...

Cualquier parecido con la realidad... es pura coincidencia jejeje...

karina dijo...

ay arturo... sabes que me gusta como escribes y ps lo hiciste muy bien, logras captar la atencion, tiene un buen concepto y trama me gusto bastante jiji por el tema, bueno sige escribiendo!

Joel M. dijo...

Manoooo... ja ja ja, muy fantasioso para mis gustos, a mi me gusta la cruel realidad; bueno, no es que me guste, pero prefiero eso porque así es como vivo. Pero a ver qué tal, no estoy cancelando tu novela aún, Neee. Eso sí, se te encarga el chingo de faltas de ortografía que tenés porque ahhh!! Y me dieron risa los aspectos -tan- similares a tu vida, saber qué será... "Ahí te hablo al rato" ja ja ja.

arturo monzon dijo...

awww grax a todos los ke me han escrito xD :D :D :D ke weno ke les este gustando, y espero no amurrirlos para el segundo capitulo =( haha xD xke si es algo fantasiosa. Faltan 3 días! :D hehe

Anónimo dijo...

HAYY YO QUIERO UN DAVE TIPO vegueta jajaja DE DRAGON BALL Z. TODOS NOS IMAGINAMOS A NUESTRO HOMBRE PERFECTO HASTA QUE NOS TOPAMOS CON LA REALIDAD

TA WENO DAVE.
HAY EL NOMBRE MANUELA ME RECUERDA A MUCHAS COSAS. AJJAJA
SUERTE